IPSA 2023: El año de la vuelta a la realidad
Exactamente un año atrás esta misma columna se titulaba “IPSA 2022: el año de la recuperación.” Sorpresas más, sorpresas menos, el índice local logró una rentabilidad anual de 21% en medio de un fuerte ajuste de los mercados globales. Sin duda, un extraordinario rendimiento sustentado en el fuerte crecimiento de los resultados corporativos y un nivel de valoración históricamente bajo. Para este año 2023, el título elegido sugiere un complejo escenario tanto para las empresas como para las acciones del IPSA.
Primero y por el lado de las empresas, porque el fuerte crecimiento de utilidades corporativas estaría tocando techo dejando de ser un catalizador para el valor del índice local. Durante 2022, los resultados de las empresas chilenas destacaron respecto de otros mercados, sin embargo, parte de este crecimiento no es sustentable ya que fue explicado por altos niveles de precios de materias primas e inflación. Durante 2023, el crecimiento de utilidad de las empresas en Chile sería negativo (-30%), bastante por debajo de otras geografías tales como Desarrollados (+11%) y Emergentes (-9%). El cuarto trimestre de 2022 marcaría el máximo nivel de resultados de las empresas del IPSA para luego presentar una fuerte desaceleración de las ventas y una contracción de márgenes.
El crecimiento de resultados de los sectores durante 2022 fue transversal, sin embargo, durante 2023 será una excepción. La mayor parte de los sectores presentarán una caída en sus resultados siendo los más afectados los sectores Celulosa, Financiero y Materias Primas. Por el contrario, los únicos sectores que podrían mantener un crecimiento positivo son los sectores de Servicios Básicos y Centros Comerciales por la estabilidad de su negocio, junto con el sector Comercio por la baja base comparable de 2022.
Segundo y por el lado del contexto local, 2023 presenta una larga lista de variables que está incidiendo negativamente en el ánimo de los inversionistas: recesión económica, nueva constitución, reforma tributaria, reforma a la salud y crisis de las ISAPRES, reforma previsional y nuevos retiros, por sólo mencionar los más relevantes. Además de numerosos, los componentes de esta lista son altamente inciertos, tanto en desenlace como en plazo.
Destacan además las débiles expectativas de crecimiento del PIB de Chile respecto de los mercados globales durante 2023 en medio de índices de confianza que continúan reflejando una visión pesimista respecto del futuro de la economía. Si bien la incertidumbre local se acerca a niveles previos a 2019, 2023 seguirá marcado por procesos de reforma en curso.
Tercero y por el lado del contexto global, el año que recién comienza es altamente incierto en cuanto al plazo en el cual la inflación cederá, el nivel de agresividad de los bancos centrales y su impacto en la actividad global. Mientras los inversionistas no vean que la inflación esté controlada, los mercados globales y el IPSA se moverán al ritmo de reuniones de política monetaria, sus minutas y las declaraciones de sus miembros. Como factor positivo, el regreso de China cambia las perspectivas del precio del Cobre. El fin de la política cero-Covid marca un nuevo punto de partida de las perspectivas de crecimiento económico de China. Durante 2023, el PIB de China crecería un 4,8% recuperándose, desde el 3,0% de 2022, sin la necesidad de estímulos e impulsado por la demanda interna. La reapertura de China jugará un rol en el mercado del cobre. Es así como a pesar del aumento de inventarios en China, el precio del cobre volvió a ubicarse por sobre 4.0 USD/Lb. En caso de que el cobre logre mantener este nivel de precio, o uno mayor, podría afectar positivamente la valoración del IPSA.
Dentro de este contexto, sombrío en cuanto a resultados corporativos y contexto local, el IPSA podría reaccionar de manera positiva solo en la medida que la incertidumbre global caiga y que la reciente apertura en China marque un nuevo punto de partida para las perspectivas de crecimiento de su economía. Para este año 2023, el título elegido sugiere un complejo escenario tanto para las empresas como para las acciones del IPSA, pero por supuesto también para los inversionistas quienes se enfrentarán a un ambiente de alta volatilidad. El vaso medio lleno es que, en algún momento del año, en la medida que se acerque el fin de las restricciones monetarias, el mercado global y local retomarán la senda del crecimiento. Es así como proyectamos un IPSA de 6.000 puntos, lo que implica un avance de 15%, camino que recorrerá de manera bastante turbulenta.
Javier Pizarro, Gerente de Research, Banchile Inversiones